“Divo de Juárez”
Mayela Orozco y Salvador Mundo platicaron de la relación que llevaban con el Maestro: Juan Gabriel.
Según ellos rumoran que Juanga en sus últimos conciertos se veía cansado… enfermo. Pero Mayela aclaró que “El Divo” estaba mejor que nunca, que los sillones y todo lo que usaba en sus conciertos solamente era decoración. Nada que ver o que cuidar de su condición de salud
Salvador manifestó que Juan Gabriel era un jefe muy perfeccionista y comprometido de todo. Nunca le podían mentir porque se daba cuenta, siempre se mostraba atento a todo y corregía lo que estaba mal… él tenía el mejor “oído de músico” que el corista conocía.
Los hermanos relatan que antes de cada show, Juan Gabriel decidía qué quería cantar, que no era un show preparado como muchos otros artistas lo planean… el orden lo decidía el afamado “Divo de Juárez”.
“Eran dos personas diferentes: arriba del escenario era "Juan Gabriel", pero abajo era el Señor Alberto. Un gran amigo, gran ser humano e increíblemente TALENTOSO”, así se expresaron Mayela y Salvador.
La fortaleza de Juan Gabriel era inigualable, por ello sus shows duraban entre 5 y 6 horas, de hecho algunos hasta eran gratuitos. Y es que para él era importante que la gente se sintiera satisfecha, hecho que sin lugar a dudas… ¡Logró!
Cabe mencionar que rompió récord en el Zócalo de la Ciudad de México, por el gran número de asistentes al evento. El show empezó a las 12 de la noche y a las seis de la mañana aún no terminaba. Una espectáculo increíblemente asombroso
Salvador y Mayela contaron: “Juan Gabriel era muy ocurrente, organizaba cenas y nos invitaba a comer con él. Platicábamos, contábamos chistes y pasábamos una excelente velada. A cualquier lado que él nos invitaba, era un perfecto anfitrión. Siempre ofreciendo y dando a todo aquél que quería”.
Juan Gabriel era un amante del chocolate aunque siempre se cuidaba de todos los excesos. No bebía, no fumaba y era vegetariano.
