El 2 de febrero celebramos el día de la Virgen de la Candelaria. Esta imagen sagrada representa para el mundo la creación de la vida y la luz divina. Los orígenes de la llegada de la advocación mariana de la Candelaria a Venezuela se remontan al siglo XVII, en el que un considerable número de familias de origen canario emigraron a nuestro país y popularizaron su devoción. La fiesta patronal de esta virgen se caracteriza por la alegría de sus danzas, disfraces, máscaras y bandas de músicos que conducen una gran sensibilidad festiva. La celebración de la Candelaria ha ido ganando espacio en Venezuela. En el Estado Vargas ha sido heredada como tradición de la región. En Caracas se le rinde honor en la parroquia que lleva su nombre.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA CANDELARIA
Querida Virgen de la Candelaria, nos reunimos junto a ti. Traemos nuestra devoción y nuestro cariño. Acéptalo, Madre nuestra. Déjanos contemplar tus virtudes y enséñanos a imitarlas.
Que nos parezcamos a ti cada día más, para agradar al Señor como tú lo hiciste y vivamos así, en paz y alegría y lleguemos luego a compartir contigo la dicha eterna de la gloria.
Virgen Inmaculada de la Candelaria apiádate, Señora, porque de cuantos en ti confían, tú eres el puerto de salvación. Oh, María, nuestra esperanza, nuestro amparo y nuestro auxilio.
Oh Virgen Santísima de la Candelaria: más que todas las criaturas bienaventuradas te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros, líbranos, Señora, de todos los peligros, aléjanos de enemigos, enfermedades y todo mal, y danos tu ayuda para salir de esta difícil situación que nos acongoja el ánimo y nos hace sufrir, te suplicamos nos alcances de tu Hijo amado, bendición y remedio.
Oh, Virgen de la Candelaria, te damos gracias, Madre y Señora nuestra, conscientes de nuestras debilidades acudimos a ti, somos tus hijos y nos ponemos en tus manos, haz que con tu poderosa intercesión sea concedido lo que solicitamos, y no nos dejes sin tu amparo y maternal cuidado para que nos eduques y logres hacer de nosotros verdaderos hijos de Dios.
Amada Virgen de la Candelaria haz que también nosotros suspiremos por tener a Cristo en nuestro corazón y así tú puedas entregarlo a Dios. Amén.


