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Se recomienda estar alrededor del nacimiento o pesebre. Juntos comienzan diciendo: “En el nombre del Padre…”
Luego se hace la siguiente oración:
Lector 1: “Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año queremos darte gracias por todo aquello que recibimos de ti.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrecemos cuanto hicimos en este año, el trabajo que pudimos realizar, las cosas que pasaron por nuestras manos y lo que con ellas pudimos construir.
Lector 2: Te presentamos a las personas que a lo largo de estos meses quisimos, las amistades nuevas y los antiguos que conocimos, los más cercanos a nosotros y los que estén más lejos, los que nos dieron su mano y aquellos a los que pudimos ayudar, con los que compartimos la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor, hoy queremos pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Todos: Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También por la oración que poco a poco se fue aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos los olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.
A pocos minutos de iniciar un nuevo año, detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Amén.”
Para terminar, los participantes se agarran de las manos y rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Luego, entre todos, se dan un abrazo diciendo: “La paz sea contigo. ¡Feliz año Nuevo!”

Existen muchas imágenes con poderes milagrosos. Pero entre ellas hay una que se destaca por su efectividad, sobre todo en aspectos relacionados con la curación y la fertilidad: se trata del Divino Niño Jesús, muestra al niño Jesús con los brazos extendidos y vistiendo una túnica color rosa tradicional. En su base puede leerse la inscripción: “Yo reinaré”.

Para conmemorar al Divino Niño se puede rezar la siguiente oración:
Divino Niño Jesús
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón paternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme. 
Amén.

Cuenta la historia que la imagen llegó al puerto de Buenos Aires en el mes de marzo, junto con la imagen de la Inmaculada Concepción, y fue colocada en un carro tirado por bueyes rumbo al norte del país. Los bueyes de uno de los carruajes se negaron a seguir viaje a la altura de la ciudad de Luján, donde más tarde se alzaría la famosa Basílica. Y el otro carruaje  siguió hasta la ciudad de Córdoba, donde fue montada en el lomo de una mula para ser llevada a la provincia de Santiago del Estero. Pero la mula se extravió al llegar al pueblo Sumampa Viejo y sin que nadie la guiase se encaminó a la estación de Farías de Saa. Allí se negó a seguir caminando y la imagen de la Virgen se quedó en ese hermoso valle, donde aún se encuentra, con el niño Jesús en brazos. 

En su día puedes rezar la siguiente oración:

¡Oh, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima! Henos aquí postrados ante tu devota imagen de la Consolación, celebrando el fausto día en que quisiste quedarte en compañía de los sencillos corazones que poblaron los solitarios bosques de Sumampa hace tres siglos. 

Acosados por el dolor que roba constantemente la paz de nuestras almas y obscurece nuestras alegrías, mendigos somos del consuelo, ¡Oh, Reina Inmaculada! 

Pero el consuelo eres tú Madre dulcísima, que tienes en tus manos y distribuyes con maternal afecto el tesoro infinito de las gracias, los dones y las alegrías que conquistó con su sangre tu divino Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y por eso acudimos a ti, para que colmes con tus consolaciones nuestro afligido corazón.

Padre resucitado, que sienta la paz que me muestras,
Que no se cierren mis “puertas” por el miedo,
Que me aferre al Espíritu que me regalas,
Para vivir intensamente el compromiso de sentirme enviado…
Señor mío y Dios mío, perdona mis debilidades, mis dudas, mis temores…
Porque aun siendo a veces como Tomás, deseo buscarte, estar contigo…
Porque aunque me encierre en mis silencios o en mis ruidos, en mis comodidades o en mis ocupaciones…
Tú sabes como entrar en mi vida, como hacerla distinta, como insuflar aire en mis vacíos y oxigenar mi alma endurecida.
Que el Espíritu renovado de la resurrección,
Nacido de la victoria sobre la muerte y alimentado por el Amor más generoso…
Impulse mi fe, mi permanencia en Ti, y aliente el ánimo modesto de quien quiere quererte, seguirte y responderte, Padre…

Tu Amor es mi paz, mi paz es tu perdón, y tu perdón es mi camino de testimonio al amparo de tu Fuerza.
AMEN

Querido Dios:
Vengo ante ti para orar por mi matrimonio
Desde el día que nos casamos, la relación empezó a cambiar. 
Ya nada fue Como durante el noviazgo.
Hoy día todo sería diferente, y estamos
Lastimados. Ya no tengo fuerzas para seguir. Y por eso, 
Que en debilidad y con un corazón dolido vengo ante ti, 
A buscar tu ayuda.

Te ruego señor que estés
Obrando en mi matrimonio,
Restaurando nuestros
Corazones. Danos tu mismo
Sentir y Visión del amor.
Ayúdanos a tener fe
En ti en ti. Te necesitamos señor.
Te presento cada una de las
Cosas que ni cónyuge dijo y 
Me causaron dolor, cada cosa
Que hizo se ha producido
Una herida en mi corazón,
Dejo todo esto a tus pies y
Perdono a mi espos@ por todo
Y cada una de sus ofensas, insultos,
Falta de comprensión, desapego y
Falta de amor. También te pido perdón, 
Padre, por todas las veces que he pecado contra mi cónyuge.
Trae restauración a nuestras vidas,
Traer reconciliación Y cambia
Nuestras mentes para volver
A enamorarnos. Sé que eres Dios todopoderoso,
Y que para ti no hay nada imposible.
Tu palabra lo dice, Y lo creo.
Creo que tú eres capaz desarmar toda herida
Y de volver a reunirnos en amor.
Creo que donde hay dos reunidos en tu nombre, 
allí estás tú en medio de ellos, 
Por eso señor me dispongo a permanecer
En unidad con cónyuge.
Creo que eres Dios creador, 
Y abres caminos donde no hay, por eso
Confía que abrirás caminos del diálogo y comprensión.
Creo que restaurando qué pasó, Y que el perdón obra Milagros y liberación
Dejo todo en tus manos, Dulce padre, 
Y confío en tu obra en nosotros.
En el nombre de Jesús.
Amén


"Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación a la Trinidad,
la fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.

Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Cristo con su Bautismo,

la fuerza de su Crucifixión,
la fuerza de su Resurrección y Ascensión,
la fuerza de su venida de el dia del Juicio.

Me levanto hoy por la fuerza de Dios que me guía,
- por el poder de Dios que me sostiene,
- por la inteligencia de Dios que me conduce, 
- por el ojo de Dios que mira delante de mí,
- por el oído de Dios que me escucha,
- por la palabra de Dios que habla conmigo,
- por la mano de Dios que me guarda,
- por el camino de Dios que me precede, 
- por el escudo de Dios que me protege,
- por el ejército de Dios que me salva de las redes del demonio.
- de las seducciones, de los vicio,
- de las inclinaciones. de la naturaleza, 
- de todos los hombres.que me desean el mal,
- de lejos y de cerca, en la soledad y en la multitud!

Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los querubines,
 la obediencia de los ángeles. El servicio de los arcángeles,
 la esperanza de la resurrección para el premio,
 las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas,
 las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires,
 la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.

Me envuelvo hoy día y ato a mí el poder del Cielo, la luz del sol,
 el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo,
 la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra,
 la solidez de la roca!

Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Dios para orientarme, 
el poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios para guiarme, 
el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme,
 la palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, 
el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme,
 los ejércitos de Dios para darme seguridad:
-Contra las trampas de los demonios.
-Contra las tentaciones de los vicios.
-Contra las inclinaciones de la naturaleza.
Contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas que están contra  nosotros! 
Contra las encantaciones de los falsos profetas.
Contra las leyes negras del paganismo.
Contra las leyes falsas de los herejes.
Contra la astucia de la idolatría.

Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno,  el incendio, el ahogo, las heridas.
 Para que yo pueda alcanzar la abundancia de premio!

Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí,
Cristo en mí, Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda,
Cristo alrededor de mí.

Cristo en la anchura,
Cristo en la longitud, 
Cristo en la altura,
Cristo en la profundidad de mi corazón. 
Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi,
Cristo en la boca de todos los que hablan de mi,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me escucha.

Nos envolvemos hoy día en una fuerza poderosa,
la invocación de la Trinidad,
 la fe en las Tres Personas,
 la confesión de la unidad del Creador del Universo.
Amen!

Oración Final

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en la Cruz y escarnecido.
Muéveme ver tu cuerpo tan herido
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

"Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás."

                                                         (Gén 3,19)


EL MIÉRCOLES DE CENIZA ES UN DÍA DE AYUNO Y ABSTINENCIA.



         


       ORACIÓN INICIAL  PARA CADA  DÍA

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.

PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.

Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡ Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?  



Día 1º. MIÉRCOLES DE CENIZA

Por qué la cuaresma. ¡Qué absurdo! Si te fijas, los hombres estamos continuamente con el Yo en la boca: que si me han dicho, si siempre tengo que hacerlo yo, si me tienen manía, si era mío o para mí, que si yo he metido el gol, si yo le dije y entonces .... si me apetece a mí, qué pensarán de mí, ... y mil frases más que conjugan con distintos verbos el Yo, a Mí, Mío.

Y hoy, miércoles de ceniza, la Iglesia nos recuerda: polvo eres y en polvo te convertirás. ¿Sabes qué quiere decir eso? Dios creó el cuerpo de Adán de la tierra, y nuestro cuerpo volverá a ser tierra con la muerte. Y nuestra alma volverá a Dios:

a) Si es una persona que ha amado a Dios se quedará disfrutando de Dios ya para siempre.

b) Y si es una persona que ha amado el YO, lo MÍO y el a MI no podrá estar en el Cielo porque allí sólo pueden ir los que han querido y quieren a Dios; y éstos también ya para siempre.

Por eso empieza así la Cuaresma: tenemos que ir amando a Dios;  olvidando y matando el Yo. Es tiempo para recordar que mi cuerpo se convertirá en polvo; recordar que tengo que cuidar la vida de mi alma; pedir más perdón por mis pecados; prepararme para recibir la salvación y el amor de Jesús que conmemoramos en la Semana Santa.

Dile a la Virgen que te gustaría vivir la Cuaresma como Ella quiere que lo hagas. Y pídele que te recuerde y te ayude a hacer con cariño este rato de oración estos 40 días. Le darás una alegría a Jesús. Se lo merece.


Ahora es el momento importante, en el que tú hablas a Dios con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Cuando lo hayas hecho termina con la oración final.



Te doy gracias por el descanso del fin de semana,
Y cada una de las bendiciones que me permitiste vivir.
Pongo en tus manos la semana que comienza, Señor.

Te entrego mi agenda en tus manos, para que Tu la
organices. Te queda bien comience con una
conversación contigo. Ayúdame a perseverar en
 la lectura de la palabra, y la oración en esta semana.
Te ruego por mis tareas laborales, para que me ayudes 
en todo lo que tengo por delante, Y me permita hacer 
eficaz en mi trabajo.

Pongo en tus manos el cuidado de mi familia, sea tu
cobertura sobre cada uno, tus Angeles acampando alrededor,
y tu presencia acompañándonos en todo.

Te ruego por las dificultades que tengo por resolver, 
que me estés acompañando y me de sabiduría para
afrontarlas con templanza. Que puede poner por obra 
las Escrituras en cada una de estas situaciones,
y comprobar que tu fidelidad es ilimitada.

Ayúdame a perseverar en aquellas cosas que se me hacen difíciles
pero sé que Tú mismo me has enviado hacerlas.
Permíteme cada día tengas salud, al igual que toda mi familia.
Seas engrandecido en mi vida cada día de la semana,
y vea tu propósito constantemente en mis decisiones.
Que tu Espíritu Santo dirija mis pasos, dime libre de todo mal

Amén.

Juan también declaró: «He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él…Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios.» Juan 1:32, 34
Padre nuestro que estás en los cielos, como niños tuyos deseamos recibir algo de ti que una nuestras vidas contigo en un vínculo vivo.
Ayúdanos a superar todo lo que es malo y dañino.
Que se nos permita ayudar a que se acerque tu reino, que se haga tu voluntad, y que Jesucristo, hijo tuyo, sea reconocido como la luz del mundo y la salvación y liberación del mal para los hombres.
Protégenos y concédenos que tu Espíritu permanezca con nosotros.



Oh virgen santísima de la Candelaria
Emperatriz soberana y verdadera luz,
Sol, faro y estrella de todo lo creado, 
lumbre divina y gloria de tu pueblo
Que siempre nos ofreces tu encendida candela del amor
Y nos favoreces con tu resplandor,
Hoy nos inclinamos ante tu sacratísima imagen
Para venerarte, para decirte lo mucho que te amamos
Y agradecerte toda la atención que nos das,
Pues eres plena desgracia,
Repartes con misericordia entre nosotros tus favores,
y nos libras de males y nos llenas de bien.

A Ti venimos con la confianza y sencillez de hijos,
Para que guíes nuestros pasos con tu gran fulgor.

A ti llegamos con nuestras alegrías y penas
Con nuestras intranquilidades y esperanzas,
Buscando tu poderoso amparo y patrocinio
Pues con solo pronunciar Tu nombre de Candelaria
Encontramos sosiego y paz en nuestras apuradas vidas,
Con sólo llamar a las puertas de tu clemente corazón
Sabemos se solventan
Nuestros inofortunios y adversidades.

Oh virgen Milagrosa de la Candelaria,
Te rogamos, bendícenos madre,
Ruega por nosotros sin cesar,
Bendice nuestros hogares, bendice nuestras vidas.

Oh dulcisima virgen de la Candelaria,
Madre de Dios y señora nuestra
Tú, que a todos tus hijos cuidas y beneficias
Tú que has manifestado el poder de tu intercesión
Con millones de milagros y gracias
Y para ti Madre no hay imposibles,
Has que sean oigas nuestras humildes súplicas
Y consigue con tus benignas influencias
Lo que con tanta fe y viva esperanza pedimos ahora:

(decir lo que se desea conseguir)

Mi querida Virgencita de la Candelaria,
Que tu luz inextinguible se mantenga propicia para todos,
Y como hijo de tu luz,
Alcanzamos salud en nuestros padecimientos y dolores,
Remedio de nuestras carencias y problemas,
Y defensa ante los enemigos, peligros y males.

Tú que eres nuestra fortaleza, 
se siempre y en todo nuestra protectora y abogada
y haz que guiados por la luz de tus inspiraciones
Resucitemos de la muerte del pecado
A la vida de la gloria,
Y por tu poderosísima intercesión
Consigue que alcancemos
Lo que te pedimos en esta oración,
Si es para gloria de tu Santísimo Hijo
Y provecho de nuestras almas.

Amén.


Leer esta oración encendiendo una vela blanca

Padre Celestial, al entrar en mi lugar de trabajo, deseo invocar Tu Presencia, para darte gracias por este nuevo día.

Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para esta oficina.

Te pido que bendigas todo lo que se hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes.

Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria.

Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes, y a todas las personas que este día se relacionen conmigo.

Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible.

En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades.

Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean.

Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas.

Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidades de mi familia y mías.

Mente abierta a todas las ideas, para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí.

Especialmente, Señor, dame una fe profunda para creer en Tu palabra y una voluntad decidida para actuar correctamente y hacer el bien.

Señor, cuando esté confundido(a) guíame, cuando me sienta débil, fortaléceme, cuando esté cansado(a) lléname con la luz del Espíritu Santo.

Te pido que en este día el trabajo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con Tu palabra y Tus mandamientos.

Y te pido, Señor, que cuando termine mi trabajo de hoy, me conduzcas con seguridad hasta mi destino.

Bendice mi familia y cuida mi hogar para que todas mis cosas estén como las dejé cuando salí de casa.

Señor, te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida, lo que haces y lo que harás.

En el nombre de Jesús, te doy las gracias por los dones con que me bendecirás el día de hoy. Ayúdame a usarlos con responsabilidad en Tu honor.

 Amén.



Recuerda: Ora con fe, trabaja con entusiasmo y vive con alegría.

¡Que Dios te bendiga con abundancia en este día!

Señor, aquí estamos, a tu lado vamos,
confiando en que nuestro camino
será seguro y a nuestro regreso estaremos salvos.

Tú que nos has mostrado siempre Tus Caminos,
alumbra también éste, nuestro camino, nuestro destino,
nuestro paseo, ven con nosotros en la carretera...

Sé nuestro piloto, danos confianza en que todo estará bien,
siembra alegría y paz en nuestros corazones
y haz que nuestro destino sea un lugar seguro, feliz.
donde podamos disfrutar, descansar, convivir
y acordarnos siempre de TI.

Señor, cuídanos en la carretera,
haz que nuestro paseo sea memorable,
lleno de recuerdos bellos, de alegre compartir,
haz que las veredas sean seguras y nuestro destino sea feliz.

Acompáñanos Todo el Camino 
y permanece siempre en Nuestro Viaje...
Te queremos a nuestro lado, gracias Señor !

Qué Feliz me siento al saber que TÚ eres
otro pasajero más en nuestro viaje...

Amén !

Oración a San Basilio

Dios de los dioses y el Señor de los señores, creador de las órdenes ardientes y artífice de todo lo que está en los Cielos y debajo de los Cielos.
Al que ningún hombre vio ni podrá ver, ante Quien tiembla todo lo existente.
Al arcángel ensoberbecido.
Tu lo arrojaste a la tierra y junto con los ángeles que se unieron a él y los que por cólera se hicieron demonios, los encerraste en las profundidades del infierno.
Haz este conjuro hecho a nombre Tuyo tan terrible, de ser implacable contra el amo del mal y contra todos sus espíritus malignos arrojados junto con el desde las claridades celestiales, y haz que huya, ordénale que se aleje de este lugar sin hacer ningún daño al que recibe la señal de Santa Cruz.
Para que Tus esclavos, dicha Tu voluntad, acepten el sello del poder que permite pisar a las serpientes y a los escorpiones, y a todas las fuerzas enemigas.
Porque con cada respiración se glorifica y con temor se canta y se alaba el nombre Tuyo y del Padre y del Espíritu Santo, ahora y para siempre, por siglos de los siglos.
Amen.


Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. 

Al empezar un año mas, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aun sin estrenar, y te presento estos días que solo Tu sabes si llegare a vivirlos.

Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. 

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.

Cierra tus oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad.

 

Amen.


Lector 1:
Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:
En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por las personas que trabajan con nosotros.
Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.
Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.
Lector 2:
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tu nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.
(En este momento alguien de la familia pone al Niño Jesús en el pesebre o si ya esta allí se coloca un pequeño cirio o velita delante de El).
Lector 3:
Santísima Virgen Paria, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre.
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.
Amén
Rezar: 1 Padre Nuestro, 1 Ave Maria, 1 Gloria

Oración a San Lázaro:
San Lázaro, amigo de Jesucristo y hermano y protector de los que sufren! Tú que conociste el dolor de la enfermedad y la visita de Jesucristo te devolvió la vida en Betania, acoge benigno nuestras súplicas, cuando imploramos tu ayuda en esta hora de angustia. Ruega al Padre Eterno para que tengamos una confianza serena y segura en el poder de Jesús. San Lázaro Milagroso, resucitado por el divino poder de Jesucristo, te rogamos por el triste momento de tu agonía y por la infinita alegría que experimentaste cuando Jesús con aquellas dulces palabras te mandó salir del sepulcro, que intercedas con el Divino Maestro para que por tu mediación nos conceda lo que, confiados, te suplicamos. AMÉN.

El día de Santa Bárbara, la virgen mártir de Nicomedia


Santa Bárbara, mártir bendita por amor al Señor,
virgen grandiosa y de inmenso poder,
Dios te acompañe, y tú a mí,
siempre, siempre, por el camino del bien.

Con tu espada justiciera líbrame del mal,
de la violencia y la humillación,
de las malas lenguas, de la envidia y el rencor,
desátame de magias y maleficios,
libérame de la injusticia y la traición
de los celos y la falsedad,
de los malos ojos y la malignidad...

Con el poder del rayo auxíliame,
protégeme, sálvame de daños y peligros 
aléjame de quien me quiera hacer mal,
y sobre todo dame tu especial ayuda para:

(pedir lo que se quiere conseguir)

Santa Bárbara dame fuerza, constancia y tesón,
y permite que salga victorioso
y permite que salga victorioso
en este momento y en cualquier situación.

Con el cáliz de tu copa repleto,
mantén viva la energía de mi espíritu y mi cuerpo
para enfrentarme a la dura lucha y los conflictos.

Mis rezos y oraciones recíbelas como ofrenda
de que te tengo siempre presente
en mi pensamiento y en mi hogar,
te ruego no me abandones nunca
y acudas a mi cada vez que te reclame
para defender mi tierra, mi familia y mi vida;
y que al final, me lleves siempre a la victoria,
y pueda estar como tú en la Gloria.


Amén.

Rezar seis Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
ORACION A SANTA MARIA MAGDALENA

Oh santa María Magdalena,
gloriosa santa llena de amor,
piadosa y distinguida discípula del Salvador,
espejo brillante y vivo ejemplo
de verdadera conversión
y sincero arrepentimiento;
regla y modelo de la vida contemplativa,
que durante treinta y tres años
vivisteis en la soledad,
ignorada del mundo
y escondida a sus miradas,
recibiendo con intensidad
los afectos del amor divino.
Gloriosa Santa María Magdalena,
apiadaros de este corazón herido
y llevad mi súplica ante Jesús amado.
Bendita María Magdalena,
que tanto amor disteis y recibisteis
no me abandonéis en esta difícil situación,
os ruego de todo corazón que me ayudéis
para que pueda tener para siempre
a la persona que tanto amo,
que nunca me abandone y solo piense en mi,
haz que su amor solo a mi me pertenezca,
consígueme lo que tanto deseo:
(pedir lo que se quiere obtener).
Santa María Magdalena, os ruego con gran esperanza,
que por vuestra poderosa intercesión
vea en breve concedida mi demanda.
Gran Santa que sólo en Jesús
encontrasteis amor, paz y consuelo
que merecisteis anunciar a los Apóstoles
la Resurrección de nuestro Redentor,
alcanzadme que merezca una centella
de aquel amor ardiente que tuviste a Jesús
y la gracia de morir invocando
los dulcísimos nombres de Jesús y de María.
AMEN

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Hacer durante tres días.

Gloriosa Santa Ana, Patrona de las familias cristianas, 
a Ti encomiendo mis hijos. Se que los he recibido 
de Dios y que a Dios les pertenecen por tanto te ruego me concedas la gracia de aceptar lo que su Divina Providencia 
disponga para ellos.

Bendíceles oh Misericordiosa Santa Ana, y tómalos bajo tu protección. No te pido para ellos privilegios excepcionales; 
sólo quiero consagrarte sus almas y sus cuerpos, para que preserves ambos de todo mal. 

A Ti confío sus necesidades temporales y su salvación eterna.
Imprime a sus corazones, mi buena Santa Ana, horror al pecado; apártales del vicio; presérvales de la corrupción; conserva en su alma la fe, la rectitud y los sentimientos cristianos; y enséñales, como enseñaste a Tu Purísima Hija la Inmaculada Virgen María, a amar a Dios sobre todas las cosas.

Santa Ana, Tu que fuiste Espejo de Paciencia, concédeme la virtud de sufrir con paciencia y amor las dificultades que se me presenten en la educación de mis hijos. Para ellos y para mí, pido Tu bendición, oh Bondadosa Madre Celestial.

Que siempre te honremos, como a Jesús y María; que vivamos conforme a la voluntad de Dios; y que después de esta vida hallemos la bienaventuranza en la otra, reuniéndonos Contigo en la gloria para toda la eternidad.
Así sea.