Los estados anímicos, mentales, físicos y espirituales que atravesamos cada día están regidos por una serie de centros energéticos que se encuentran alineados en nuestra columna vertebral, desde su base hasta la coronilla. Estos centros, donde se concentran la materia y la conciencia, son conocidos como “chakras”. Y la energía que contienen es una fuerza vital que los mantiene. Cuando las energías de estos chakras no fluyen adecuadamente queda estancada por algún motivo, las consecuencias suelen negativas tanto para nuestra salud como para nuestro bienestar espiritual.
Estas son las características de los chakras principales:
Primer chakra (Muladhara): Se relaciona con el sustento y la supervivencia. Se encuentra en la base de la columna vertebral. Está vinculado con las emociones.
Segundo chakra (Svadhisthana): Nos abre al fluir de la vida. Está relacionado con las caderas y los genitales, los órganos reproductivos, los riñones y la vejiga.
Tercer chakra (Manipura): Está ubicado en el plexo solar. Tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la propia vida, en la capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo
Cuarto chakra (Anahata): Actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico y la dimensión espiritual. Está localizado en el corazón y abarca la parte superior del pecho.
Quinto chakra (Vishuddha): Está relacionado con la purificación, que nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la conciencia, y con la voz de nuestro espíritu.
Sexto chakra (Ajna): Está localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer ojo”, en la frente, justo entre nuestros dos ojos, que se define como el contacto con otros niveles de conciencia.
Séptimo chakra (Sahasrara): Este es el chakra de la conciencia pura. Está ubicado en la coronilla, y contiene las energías vibracionales que permean las otras fuerzas vitales y crean las experiencias.
